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martes, 26 de agosto de 2014

RECETA DE LA SEMANA 2x1

GAZNATES

Los volados que los merengueros jugaban fueron toda una tradición y, su -¿sencillo o doble?- era la invitación a jugar y ganar dos merengues por el precio de uno o a pagar dos veces el mismo merengue en caso de perder.

Cierto que la suerte no tenía tanto que ver, porque los merengueros tenían tal adiestramiento en los “volados” que, a veces, “se dejaban ganar”. Cierto también, que no todos los clientes aceptaban jugar -niños o adultos-, pero para quienes entraban en el juego, era, también, una forma inocente de divertirse, porque en una de “ésas”, le fallaba el cálculo al merenguero…y sí, a veces también sucedía, lo que desde luego era casi una afrenta para el merenguero.

Entrañable para muchos mexicanos resulta el pregón del merenguero, único e inconfundible por su ritmo y duración cadenciosa en la nota alargada.

Los merengues se preparan como cualquier otro merengue, con claras de huevo y azúcar, pero a los merengues mexicanos se les agrega un poco de pulque. Los gaznates, que son láminas delgadas de harina, se rellenan de la mezcla del merengue y de la misma forma se hornean. Aún es posible encontrarse con algún merenguero, charola al hombro y repleta de estas delicias para disfrute de chicos y grandes, aunque los “volados” quedaron para la historia.





INGREDIENTES:

4 huevos.
50 g. de harina.
1 pizca de sal.
10 g. de manteca vegetal.
60 g. de azúcar.
100 ml. de aceite.
c/n de colorante (opcional).



PROCEDIMIENTO:
Se coloca la harina en un bowl, y en el centro se ponen las yemas y se amasa bien.
Agregar 1 cucharada de agua tibia y se vuelve a amasar; una vez bien revuelta la masa incorporar la manteca y se amasa perfectamente hasta que haga burbujas.
Extender con un rodillo la masa de modo que quede una lámina bien delgada, cortar tiras de 5 por 10 centímetros aproximadamente y con la ayuda de un palo, se forman una especie de anillos pegándolos de la parte que se unen con  un poco de las claras,  se fríen y ya fritos y escurridos se rellenan con  turrón.

El turrón se prepara batiendo las claras  intensamente hasta que estén a punto de turrón y se le va incorporando poco a poco el azúcar (se le puede agregar color o no).


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CAPIROTADA

Resulta cada vez más difícil encontrarla en los lugares donde se le solía localizar con facilidad, como son los mercados y las cocinas económicas. Sería muy lamentable que se perdiera este platillo que echó raíces en nuestro país hace ya varios siglos, después de haber sorteado los vaivenes del tiempo.
Todavía hasta el comienzo de los años setenta era común que cada vez que se acercaba la vigilia, la capirotada, compuesta con pan, miel a base de piloncillo y canela, cacahuates, pasas y queso, hiciera su aparición entre los postres que se sirven todo el año, como el flan, las natillas y el arroz con leche.
La capirotada es un plato que va más allá de esos conceptos que hacen referencia a un entorno cultural particular, ya que se encuentra registrada como parte de los platos de vigilia lo mismo en Texas y Nuevo México que en Puerto Rico y Guatemala, y cuando no como tal, sí como un plato derivado de ella, como es el caso de los golfeados de Venezuela con su modelo de capas de pan y miel, e incluso en lejanos países protestantes como Inglaterra, que cuenta con su propia versión de la capirotada: bread and butter pudding.  La capirotada, ese casi fósil culinario nos da membresía para suscribirnos a la idea de universalidad en el terreno de la gastronomía. La capirotada es de todos y está en peligro de extinción. ¡Salvémosla!



INGREDIENTES:
2 bolillos
½  pza. de piloncillo
60ge. de cacahuate.
60gr. de pasas.
1pza. de plátano.
60gr. de queso añejo.
1 trozo de rama de canela.
80 ml de aceite.
c/n de agua. 


PROCEDIMIENTO:
 Hervir el piloncillo con la canela en 1 ½  tazas de agua para formar una miel.  Rebanar el pan y dorarlo con aceite, eliminar  el exceso de grasa sobre  un limpión o una servilleta de papel Pelar el plátano, cortarlo en rodajas,  freírlo de igual manera escurriendo el exceso de grasa y reservar. En una cazuela pequeña colocar una capa de 2 o 3 rebanadas de pan, colocar encima un poco de pasas, cacahuates, plátano  y trozos de queso  poner nuevamente otra capa de pan, pasas, cacahuates y así sucesivamente hasta terminar. Bañar con miel y poner la cazuela a baño maría 1/2 hora o menos hasta que suavice el pan.